El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció hoy un aumento del precio de la gasolina de 95 octanos en el país, la más barata del mundo, de más de un 6.000 por ciento, mientas que la de 91 octanos se incrementará un 1.282 por ciento.
“Vamos a cobrarla porque estábamos pagando por echarla”, afirmó Maduro al hacer el anuncio y aseguró que se trata de una “medida necesaria” y que él la “asume por la calle del medio”.
El presidente había afirmado hace casi ya un año que había que acometer un aumento del precio de la gasolina, aunque la adopción de esta medida se había postergado hasta el momento por el temor a su posible repercusión social.
La gasolina de 95 octanos, que ahora costaba 0,097 bolívares por litro pasará a costar 6 bolívares por litro, mientras que la de 91 octanos, que se encontraba en 0,070 pasará a 1 bolívar por litro.
Maduro indicó que el nuevo precio de la gasolina de 95 octanos pretende garantizar “el pago de lo que se invierte para producirla” así como el funcionamiento de la petrolera estatal PDVSA.
El presidente indicó que sólo el 30 por ciento de los vehículos del país necesitan ese tipo de gasolina pero que, sin embargo, el 70 por ciento de los mismos la usan actualmente debido a la escasa diferencia de precio que mantenía con la de 91 octanos.
“Gastamos cerca de 1.000 millones de dólares en productos para hacer la gasolina de 95, nos podríamos ahorrar 800 millones con el nuevo sistema de precios que pueden ir a alimentos y medicinas”, dijo.
Maduro afirmó que el 30 por ciento de los ingresos producidos por el nuevo sistema de precios de la gasolina irán dirigidos a la Misión Transporte, que incluye programas de ayuda al transporte público.
Los nuevos precios del carburante entrarán en vigor el próximo viernes, 19 de febrero.
La subida de la gasolina es una medida que se ha manejado siempre con especial precaución y cuidado en Venezuela después de que un alza del carburante, entre otras medidas, provocase el estallido social de 1989 contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, conocido como el “Caracazo”.
EFE