“La única pregunta es qué se derrumbará por completo primero, el gobierno o la economía” (the only question now is whether Venezuela’s government or economy will completely collapse first), de esa forma inicia el reportero del diario estadounidense The Washington Post, Matt O’Brien, su artículo titulado “Venezuela está al borde de un colapso económico completo” (Venezuela is on the brink of a complete economic collapse).
Para el periodista la palabra clave es “completo” pues a su juicio tanto el gobierno de Nicolás Maduro como la economía venezolana están en agonía “el partido gobernante en Venezuela acaba de perder las elecciones legislativas que dieron la oposición una mayoría a prueba de veto y es difícil ver que la situación pueda mejorar para ellos en el corto plazo o en algún momento”.
The Washington Post cita además datos del Fondo Monetario Internacional que revelan un preocupante desempeño económico con decrecimiento de “10 por ciento en un año y un 6 por ciento adicional” para 2016. Con una “explosión inflacionaria de 720 por ciento. No es de extrañar entonces, que los mercados esperen un “default” de Venezuela en un futuro muy próximo”.
“El país está básicamente en bancarrota”
El diario estadounidense afirma que Venezuela está en la quiebra “eso no es cosa fácil de hacer cuando se tienen las mayores reservas de petróleo del mundo, pero ¿cómo lo ha conseguido? Con una combinación de mala suerte y peores políticas. El primer paso fue cuando el gobierno socialista de Hugo Chávez comenzó a gastar más dinero en los pobres, con gasolina a dos centavos y casas amobladas gratis, lo cual no tiene nada de malo de hecho es una buena idea en general, mientras se tenga el dinero para gastar, Y para 2005 Venezuela no lo tenía”.
“¿Por qué? La respuesta es que Chávez cambió la gerencia de la compañía petrolera estatal (PDVSA). Las personas que sabían lo que estaban haciendo fueron sustituídas por personas leales al régimen, los beneficios salieron, pero las nuevas inversiones no entraron. Esta última parte fue particularmente mala, proque el crudo extrapesado de Venezuela tiene que ser mezclado o refinado -ninguno de los cuales es barato- antes de ser vendido (…) en concreto la producción cayó un 25 por ciento entre 1999 y 2013”.
El artículo publicado por The Washington Post también da cuenta de la enorme devaluación del bolívar, de la emisión de dinero inorgánico y el desabastecimiento.
Pede leer el artículo original (en inglés) siguiendo este enlace:
Luis Domingo Álvarez | mercadodedinerove