Los corporativos en México se enfrentan a uno de los escenarios macroeconómicos más retadores de los últimos años. Ante esto, especialistas anticipan restricción en la expansión de las compañías en el primer semestre de 2016, un incremento poco sustancial en empleos e incluso recortes de personal, así como una desaceleración de la economía nacional.
De acuerdo con expertos consultados por El Universal, la presión se va a mantener sobre corporaciones con alto contenido de mercancía importada, que deben trasladar el impacto en los precios al consumidor final, además de que las empresas endeudadas en moneda extranjera con vencimientos en el corto plazo pueden estar en riesgo de impagos.
En cuanto al escenario más alentador, las compañías con exportaciones hacia EU y Europa van a ver beneficios directos en ventas por la valoración del dólar y el euro, aunque los especialistas consideran que este ajuste al alza se compensa con las importaciones realizadas por este tipo de empresas.
Sobre la baja en el precio del petróleo, los expertos consideran que este factor puede representar una disminución en el costo del transporte y la gasolina para las empresas, lo cual frena el encarecimiento de las mercancías, mientras que el ajuste a la baja en tarifas de telecomunicaciones y electricidad, derivado de las reformas estructurales puede tener el mismo efecto positivo.
El mayor riesgo para las compañías en México, según los expertos, consiste en un contagio de la economía de EU por el entorno global, influenciado por la incertidumbre y desaceleración en Asia, que puede llegar a sorprender a la economía nacional; sin embargo, un escenario de crisis no está dentro del radar de los especialistas, aunque la duda se mantiene.
Riesgo latente
“La economía mundial ha tenido un difícil comienzo de año y México no es inmune a estos riesgos. A pesar de los desafíos que enfrenta la economía mundial que hacen suponer un riesgo para México, el país está en una posición más fuerte que otros mercados emergentes”, comentó Sarah Boumphrey, gerente de investigación estratégica, económica y de consumidores en Euromonitor International. Desde Londres, la especialista consideró que empresas enfocadas a la electrónica van a tener limitadas expectativas de crecimiento por la competencia en precios, mientras que el peso débil y los precios de la electricidad a la baja van a beneficiar la demanda interna en México. “Debido a un mayor énfasis en el crédito, la moneda débil hace al mercado interno más competitivo (en comparación con realizar compras en los EU), e incrementa la competencia y la innovación. Además, el gasto del consumidor se apoya en fuertes entradas de remesas procedentes de EU”, agregó.
Para Alan Alanis, analista del banco suizo UBS, el entorno global puede causar una desaceleración en México con efectos positivos y negativos en diferentes sectores empresariales, pero por ahora anticipa un crecimiento gradual de la inflación en 2016 en los rangos establecidos por el Bancomex. “Esta volatilidad sí afecta a las empresas mexicanas, las más perjudicadas son aquellas con mayor nivel de endeudamiento en moneda extranjera. Es necesario analizar el balance general y no el estado de resultados para ver la posición de cada empresa. Uno de los beneficios para las empresas con poca deuda en moneda extranjera es que tienen oportunidad de aumentar su participación en el mercado con compras de otras compañías que estén en problemas”, explicó el experto desde Nueva York. Alan Alanis contempla beneficios directos para compañías con uso intensivo de energéticos, debido a la reducción de tarifas de electricidad y en el precio del petróleo, mientras que para los exportadores el beneficio de vender más caro en EEUU o Europa puede compensarse con la debilidad de la demanda en otras regiones como América Latina.
Reajuste financiero
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), resaltó que en términos generales todas las empresas deben reajustar su planeación financiera este 2016, debido a la volatilidad del entorno, la depreciación del peso y otros factores globales. “Lo primero que se puede anticipar es que no existirá un incremento sustancial en la contratación de personal, en el sector industrial y en los servicios profesionales se sentirá más fuerte este problema. La contratación se dará en los rangos bajos de salarios y el sector industrial puede reducir su planta laboral que al final implica una disminución en el consumo interno”, dijo.
El directivo considera que hay indicios de una posible desaceleración en EU, luego de los reportes negativos de producción industrial y una ligera desaceleración en la manufactura durante la última parte de 2015, lo cual en su opinión va a obligar a las empresas a rehacer los programas de inversión, contratación y ventas hacia el exterior.
Para Marco Oviedo, economista en jefe de Barclays México, “el mayor riesgo para las empresas es que Estados Unidos se contagie y ahí podamos ver una sorpresa”; sin embargo, fuera de esto también anticipa un año complicado por diversos eventos que han comenzado a afectar la confianza de los mercados. “El año empezó complicado, uno de los mercados emergentes se desacelera, combinado con que el mercado ha percibido un exceso de petróleo y, por otra parte, hubo un incremento en las tasas de interés en EU, factores que han puesto mucho nerviosismo en los mercados. “Esto no tiene que ver mucho con los fundamentales de la economía mexicana, el peso es una de las monedas con mayor liquidez. La inflación va a seguir comportándose relativamente estable, creemos que estará abajo de 3% y el dato de enero empezó bien, sobre todo en la subyacente que son mercancías”, indicó. Guillermo Abdel Musik, investigador y director del Centro de Estudios de Competitividad, detalló que los efectos del entorno macro pueden ser benéficos o perjudiciales para diferentes actores del mercado o el Gobierno.
Miguel Ángel Pallares